LOS MÁRGENES DE LOS PRODUCTOS ‘MADE IN SPAIN’
En nuestro país seguimos contando con grandes, medianas y pequeñas empresas de vestuario y calzado laborales que basan su proyección en que sus productos están fabricados en España. Paulatinamente, se van incorporando firmas que suman a este valor añadido el de la sostenibilidad.
Si bien hay un importante nicho en el mercado que se inclina por la calidad, la seguridad de no tener que esperar largos plazos para la entrega de una reposición y la facilidad para la personalización, lo cierto es que trabajan con márgenes mucho más ajustados que las empresas que han deslocalizado su producción.
¿Cómo se distribuyen los costes de una prenda? Lo idóneo para hacernos una idea es poner un ejemplo.
Entre 12 y 15 euros es lo que suele costar producir un pantalón estándar. Desgranando los costes nos encontramos con que la mitad de este importe se va entre confección y acabados. El 40% corresponde a la materia prima –excluyendo tejidos fibras y tejidos técnicos sofisticados, como los que se utilizan en prendas de protección-. Mientras que el 10% restante corresponde a planchado y etiquetado.
Al importe inicial hay que sumarle la inversión en branding, catálogos, transporte, costes de empresa y distribución. En el proceso de producción el factor humano tiene mucho peso. Cuanto más mano de obra necesita más cara saldrá una prenda.
La sostenibilidad social, medioambiental y la calidad de los materiales le cuestan caro a una marca que, además, tiene que invertir en marketing y publcidad para ganarse la confianza de un público que, sin bien poco a poco se va mentalizando a favor de la ecología, constituye un grupo minoritario. En algunos países europeos las exigencias de los consumidores han propiciado una mucho más alta demanda de productos sostenibles. Es un buen camino a seguir porque tiene futuro, pero en España este cambio de actitud en la demanda tardará en implantarse. Un factor que incide sin lugar a dudas es la lenta salida de una crisis que ha obligado a los distribuidores a invertir con mucha cautela.
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